En las
lenguas romances, el cereal por excelencia, la materia prima del pan, recibe
diversas denominaciones. En castellano y portugués, se le llama “trigo”,
palabra que deriva de la latina TRITICUM. En cambio, el francés y el catalán lo
conocen respectivamente como “blé” y “blat”, vocablos que proceden de BLATUM,
expresión de origen franco. Por otro lado, el GRANUM latino ha dado lugar a
“grano” en italiano y “grâu” en rumano. Finalmente, FRUMENTUM se ha conservado
como “froment” en francés, “frumento” en italiano y “forment” en catalán.