domingo, 28 de febrero de 2016

EL “APPENDIX PROBI”


El Appendix Probi presenta una doble relación de palabras latinas: primero se dice la forma correcta y a continuación la incorrecta precedida del adverbio de negación non. Sigue, pues, el  sistema “A no B”. Se cree que esta lista fue redactada en el siglo III d. C., y que se añadió como apéndice a un manuscrito de la obra de Marco Valerio Probo. A pesar del nombre, Probo no fue el autor de la compilación sino un gramático posterior. La importancia del Appendix radica en que nos permite conocer algunos cambios que se estaban produciendo en el latín clásico y que después pasarían a las lenguas romances. Por ejemplo, la corrección auris non oricla nos informa de la reducción del diptongo au en o (au > o) y de que el latín vulgar tenía una marcada preferencia por los diminutivos (auris > auricula > oricla > oreja).

sábado, 27 de febrero de 2016

LA NEGACIÓN EN LAS LENGUAS ROMANCES

El adverbio de negación non “no” no ha pasado a todas las lenguas romances. En francés, encontramos una negación no acentuada que precede al verbo ne ( < nec) seguida de pas: Je ne vois pas. En italiano, se emplea non ante una forma verbal y no como contestación a una pregunta. En rumano, la negación es nu

LA AFIRMACIÓN EN LAS LENGUAS ROMANCES


Para la afirmación simple, el latín empleaba ita y, en el habla popular, sic. El latín sic ha dado lugar a si en italiano, en las lenguas iberorromances y en rumano aşa. En las lenguas galorromanas, la afirmación simple “sí” procede de hoc “esto” (= de este modo) > occitano oc y en francés de hoc + ille > oïl > oui. En rumano, da es de origen eslavo.

miércoles, 24 de febrero de 2016

EL ARTÍCULO DETERMINADO DEL ROMANCE


El latín carecía de artículo determinado, pero las lenguas romances sí que lo tienen y procede de un demostrativo debilitado. El adjetivo ille o, mejor dicho, la forma illu produjo en romance el artículo determinado. El sardo, el catalán en parte (article salat) y el gascón tomaron este artículo de ipse (ipsu). En catalán coexisten las formas el (de illu) y es (de ipsu). En todos los idiomas románicos, excepto en rumano, el artículo determinado se coloca delante del nombre (el tío). A partir de illu, el rumano desenvolvió un artículo pospuesto: unchi, “tío”; unchiul, “el tío”.  

martes, 23 de febrero de 2016

EL DÁLMATA, LENGUA ROMANCE EXTINGUIDA

El dálmata o balcanorromance es una lengua romance extinguida. Se hablaba en lo que hoy es Croacia, Montenegro y el norte de Albania. En 1898 murió su último hablante Tuone Udaina, fallecido el 10 de junio de 1898 a los 77 años de edad, que la había aprendido de sus padres. El lingüista Matteo Giulio Bartoli, que lo había visitado en 1897, anotó miles de palabras pertenecientes a este idioma, como por ejemplo:

“Yu yay foyt a skol day tšink yayn e dapú yu vay stat a skol tra yayn; yu yay studyút fenta i vapto yayn.”

Traducción: “Yo fui a la escuela desde los cinco años y después estuve en la escuela tres años; yo he estudiado hasta los ocho años.”

¿QUÉ ES LA ROMANIA?


El conjunto de países donde se hablan lenguas derivadas del latín recibe la denominación de ROMANIA, y se extiende por la Península Ibérica, Francia, Italia, Rumanía y algunas zonas de la actual Suiza. A estos territorios hay que sumar aquéllos otros situados fuera del continente europeo y en los que se hablan lenguas neolatinas como consecuencia del fenómeno de las colonizaciones (española, francesa o portuguesa).

lunes, 22 de febrero de 2016

EL NACIMIENTO DE LAS LENGUAS ROMÁNICAS

A partir de los siglos II y I a. C., se creó un modelo lingüístico unitario del latín, que se mantuvo fuerte hasta el siglo III d. C. Pero la caída del Imperio Romano de Occidente y las invasiones bárbaras tenderán a favorecer el nacimiento de estados independientes con hablas romances diferenciadas. En los siglos siguientes, en cada territorio aparecerán soluciones lingüísticas propias que innovarán frente a la norma estándar. Por lo tanto, mientras permaneció intacta la unidad económica, política y administrativa del Imperio, se conservó también la lingüística.

domingo, 21 de febrero de 2016

LA ROMANIZACIÓN


La paz en un territorio recién conquistado por los romanos se aseguraba con la presencia de un ejército encargado de sofocar hipotéticas revueltas de la población local. Acompañando a las tropas, llegaban mercaderes, artesanos y prestamistas. Tampoco podía faltar un numeroso grupo de funcionarios. A ellos les competía organizar la administración de la nueva provincia. Y, por supuesto, eran imprescindibles los romanos venidos a colonizar. Éstos disfrutaban de privilegios que Roma no les reconocía a los naturales del país conquistado. Todos los recién llegados hablaban latín y éste acabó imponiéndose en los intercambios comerciales o de otra índole entre conquistadores y conquistados. Cuando apareció el Cristianismo, el latín jugó un papel de primer orden en la difusión de la nueva religión. 

EL LATÍN VULGAR


Para W. Meyer-Lübke, E. Bourciez, R. Menéndez Pidal y otros autores, la diferencia más notable entre el latín clásico y el vulgar se refleja en la oposición escrito/hablado. Para otros lingüistas, el latín vulgar se opone tanto al latín clásico como a los aspectos dialectales o jergales. Para estos autores, la diferencia fundamental entre el latín vulgar y el clásico no se basa solamente en la oposición hablado/escrito, sino también en las diferencias entre los niveles culturales de los hablantes: el latín vulgar abarcaba la esfera familiar, la conversación corriente y era hablado por las capas medias, mientras que el latín clásico se usaba en el Senado, en la escuela, en la política, etc.

EL LATÍN CLÁSICO


Una de la consecuencias de la hegemonía política y militar de Roma sobre el resto de ciudades del Lacio fue la de convertir el habla de los romanos en lengua literaria, y como tal recibió una doble influencia: por una parte, la de los documentos oficiales, el estilo de los discursos del Senado y la práctica del derecho; por otra, la tradición literaria oral, representada por los cánticos rituales, los epitafios y las farsas populares. A todo ello habría que añadir la influencia helenizante: Livio Andrónico, el primer poeta latino, era de origen griego (nacido en Tarento, la Magna Grecia). La prosa latina tomó auge con Cicerón, César, Salustio y Terencio, y la poesía con Catulo, Ovidio y Horacio. A ellos el latín clásico les debe una labor de pulido de la lengua.

EL LATÍN ARCAICO


El latín arcaico estaba fuertemente dialectalizado. En el Lacio existían diversas hablas: la de Roma y sus alrededores; el falisco (característico de Faler, al norte) y el prenestino (hablado en Preneste, al este). En el dialecto falisco ai se había reducido a e (por ejemplo, pretod frente a praetor), y esta innovación hacia el siglo II a.C se incorporó al latín romano (ai > ae > e). En prenestino au pasó a o larga (Plautia > Plotia); este fenómeno aparecerá también en el latín imperial (copo frente a caupo).