Para W. Meyer-Lübke, E. Bourciez, R.
Menéndez Pidal y otros autores, la diferencia más notable entre el latín
clásico y el vulgar se refleja en la oposición escrito/hablado. Para otros
lingüistas, el latín vulgar se opone tanto al latín clásico como a los aspectos
dialectales o jergales. Para estos autores, la diferencia fundamental entre el
latín vulgar y el clásico no se basa solamente en la oposición hablado/escrito,
sino también en las diferencias entre los niveles culturales de los hablantes:
el latín vulgar abarcaba la esfera familiar, la conversación corriente y era
hablado por las capas medias, mientras que el latín clásico se usaba en el
Senado, en la escuela, en la política, etc.
Que quedara del idioma ibero? Godo? Pero si que nos queda mucho del arabe! Y no solo en el idioma sino en una forma de vivir, de pensar, de filosofar......el que niega su pasado no tiene porvenir!
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