La paz en un territorio recién
conquistado por los romanos se aseguraba con la presencia de un ejército encargado
de sofocar hipotéticas revueltas de la población local. Acompañando a las
tropas, llegaban mercaderes, artesanos y prestamistas. Tampoco podía faltar un
numeroso grupo de funcionarios. A ellos les competía organizar la administración
de la nueva provincia. Y, por supuesto, eran imprescindibles los romanos venidos
a colonizar. Éstos disfrutaban de privilegios que Roma no les reconocía a los
naturales del país conquistado. Todos los recién llegados hablaban latín y éste
acabó imponiéndose en los intercambios comerciales o de otra índole entre
conquistadores y conquistados. Cuando apareció el Cristianismo, el latín jugó
un papel de primer orden en la difusión de la nueva religión.
Que fuerza tenían estos conquistadores para borrar todo lo que estuvo antes! Que nos queda de los Iberos? Y de los que ocuparon Hispania ? Levantemos el GOT y no el vaso!.....
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