En latín, los numerales desde el 11 hasta el 19 presentaban irregularidades en su formación. Desde el 11 al 17 eran compuestos de DECIM: UNDECIM, DUODECIM, etc. Pero en el caso del 18 y el 19 se hacía una resta de unidades de VIGINTI. Así, el número 18 era DUODEVIGINTI, esto es, 20-2=18. Junto a estas formas, se empleaba otra variante: por ejemplo, NOVEM ET DECIM, 19, que era una simple suma.
viernes, 7 de octubre de 2016
LOS NÚMEROS CARDINALES (II)
En latín, los numerales desde el 11 hasta el 19 presentaban irregularidades en su formación. Desde el 11 al 17 eran compuestos de DECIM: UNDECIM, DUODECIM, etc. Pero en el caso del 18 y el 19 se hacía una resta de unidades de VIGINTI. Así, el número 18 era DUODEVIGINTI, esto es, 20-2=18. Junto a estas formas, se empleaba otra variante: por ejemplo, NOVEM ET DECIM, 19, que era una simple suma.
LOS NÚMEROS CARDINALES (I)
En latín sólo se declinaban los
numerales cardinales: UNUS, DUO, TRES, MILLE (plural, MILIA) y las formas del plural de CENTUM.
UNUS.- En las lenguas románicas se ha conservado un femenino
junto al masculino.
DUO.- Actualmente, sólo se han conservado dos formas de este
numeral (masculina y femenina) en portugués, rumano y catalán.
TRES.- Sólo tiene una forma en todas las lenguas románicas.
miércoles, 13 de julio de 2016
DE “ŌS” A “BUCCA”
El vocablo
clásico ŌS “boca” desapareció en el latín
vulgar y en su lugar se
utilizó BUCCA “mejilla” (italiano, bocca; francés,
bouche; portugués y catalán, boca)
o GULA “fauces, gaznate” (rumano, gură). El
término ŌS, además de su brevedad, tenía el
inconveniente de presentar homonimia parcial con ǑS “hueso”.
viernes, 25 de marzo de 2016
DE "DOMUS" A "CASA"
En el latín vulgar se produjo la
sustitución del término clásico DOMUS “casa”
por CASA “choza”. Este hecho nos
dice mucho sobre la situación de empobrecimiento que provocaron las constantes
incursiones germánicas. La mayoría de los habitantes del Imperio se instalaron
en viviendas fáciles de construir y que se abandonaban tan pronto como surgía
un peligro. La palabra DOMUS se
conservó en el italiano duomo, pero
con una significación especial de “residencia del obispo” o “catedral”, puesto
que sólo las comunidades religiosas con ingresos nutridos podían levantar
construcciones sólidas.
sábado, 5 de marzo de 2016
DE “EQUUS” A “CABALLUS”
Ciertas palabras del latín clásico fueron
sustituidas por otras en el latín vulgar o tardío. Un ejemplo de esto sería el vocablo EQUUS “caballo
bueno”, que fue reemplazado por CABALLUS “caballo de carga, rocín”. CABALLUS
perdió su matiz peyorativo y pasó a designar cualquier caballo. De CABALLUS derivan: francés cheval, catalán cavall, italiano
cavallo, portugués cavalo, rumano cal. En cambio, se conservó EQUA “yegua”, el femenino de EQUUS (francés
antiguo ive, catalán egua, portugués égua, rumano iapă). Pero en italiano se dice cavalla.
viernes, 4 de marzo de 2016
EGERIA Y SU PEREGRINAJE
Egeria parece que nació en Gallaecia,
en la provincia romana de Hispania. Puede que fuera una mujer muy devota o tal
vez una monja. Hizo un largo viaje entre los años 381
y 384 d.C. Las impresiones de su periplo, las recogió en el libro Itinerarium ad Loca Sancta, en donde las
narra de forma minuciosa y animada. Egeria pasó por el sur de la Galia y el
norte de Italia. Cruzó en barco el mar Adriático. Llegó a Constantinopla en el
año 381. De ahí marchó hacia Jerusalén. Visitó Jericó, Nazaret y Cafarnaúm.
Salió de Jerusalén hacia Egipto en el año 382. Luego estuvo en Antioquía,
Edesa, Mesopotamia y Siria. El Itinerarium
está redactado en latín vulgar, circunstancia que ha resultado de gran utilidad
para el estudio de este interesante período de la lengua latina.
domingo, 28 de febrero de 2016
EL “APPENDIX PROBI”
El Appendix Probi presenta una doble relación de palabras latinas:
primero se dice la forma correcta y a continuación la incorrecta precedida del
adverbio de negación non. Sigue, pues, el sistema “A no B”. Se cree que esta lista fue redactada
en el siglo III d. C., y que se añadió como apéndice a un manuscrito de la obra
de Marco Valerio Probo. A pesar del nombre, Probo no fue el autor de la
compilación sino un gramático posterior. La importancia del Appendix radica en que nos permite
conocer algunos cambios que se estaban produciendo en el latín clásico y que
después pasarían a las lenguas romances. Por ejemplo, la corrección auris non oricla nos informa de la
reducción del diptongo au en o (au
> o) y de que el latín vulgar
tenía una marcada preferencia por los diminutivos (auris > auricula >
oricla > oreja).
sábado, 27 de febrero de 2016
LA NEGACIÓN EN LAS LENGUAS ROMANCES
El adverbio de negación non “no” no ha pasado a todas las
lenguas romances. En francés, encontramos una negación no acentuada que precede
al verbo ne ( < nec) seguida de
pas: Je ne vois pas. En italiano, se emplea non ante una forma verbal y no
como contestación a una pregunta. En rumano, la negación es nu.
LA AFIRMACIÓN EN LAS LENGUAS ROMANCES
Para la afirmación simple, el latín empleaba
ita y, en el habla popular, sic. El latín sic ha dado lugar a si en
italiano, en las lenguas iberorromances y en rumano aşa. En las lenguas galorromanas, la afirmación simple “sí” procede
de hoc “esto” (= de este modo) > occitano oc y en francés de hoc + ille > oïl > oui. En rumano, da es de origen eslavo.
miércoles, 24 de febrero de 2016
EL ARTÍCULO DETERMINADO DEL ROMANCE
El latín carecía de artículo
determinado, pero las lenguas romances sí que lo tienen y procede de un
demostrativo debilitado. El adjetivo ille
o, mejor dicho, la forma illu produjo
en romance el artículo determinado. El sardo, el catalán en parte (article
salat) y el gascón tomaron este artículo de ipse (ipsu). En catalán
coexisten las formas el (de illu) y es (de ipsu). En todos los idiomas románicos, excepto en rumano, el
artículo determinado se coloca delante del nombre (el tío). A partir de illu,
el rumano desenvolvió un artículo pospuesto: unchi, “tío”; unchiul, “el tío”.
martes, 23 de febrero de 2016
EL DÁLMATA, LENGUA ROMANCE EXTINGUIDA
El dálmata o balcanorromance es una
lengua romance extinguida. Se hablaba en lo que hoy es Croacia,
Montenegro y el norte de Albania. En 1898 murió su último hablante Tuone Udaina,
fallecido el 10 de junio de 1898 a los 77 años de edad, que la había aprendido
de sus padres. El lingüista Matteo Giulio Bartoli, que lo había visitado en
1897, anotó miles de palabras pertenecientes a este idioma, como por ejemplo:
“Yu yay foyt a skol day tšink yayn e
dapú yu vay stat a skol tra yayn; yu yay studyút fenta i vapto yayn.”
Traducción: “Yo fui a la escuela
desde los cinco años y después estuve en la escuela tres años; yo he estudiado
hasta los ocho años.”
¿QUÉ ES LA ROMANIA?
El conjunto de países donde se hablan
lenguas derivadas del latín recibe la denominación de ROMANIA, y se extiende
por la Península Ibérica, Francia, Italia, Rumanía y algunas zonas de la actual
Suiza. A estos territorios hay que sumar aquéllos otros situados fuera del continente
europeo y en los que se hablan lenguas neolatinas como consecuencia del
fenómeno de las colonizaciones (española, francesa o portuguesa).
lunes, 22 de febrero de 2016
EL NACIMIENTO DE LAS LENGUAS ROMÁNICAS
A partir de los siglos II
y I a. C., se creó un modelo lingüístico unitario del latín, que se mantuvo
fuerte hasta el siglo III d. C. Pero la caída del Imperio Romano de Occidente
y las invasiones bárbaras tenderán a favorecer el nacimiento de estados independientes
con hablas romances diferenciadas. En los siglos siguientes, en cada territorio
aparecerán soluciones lingüísticas propias que innovarán frente a la norma
estándar. Por lo tanto, mientras permaneció intacta la unidad económica, política y administrativa
del Imperio, se conservó también la lingüística.
domingo, 21 de febrero de 2016
LA ROMANIZACIÓN
La paz en un territorio recién
conquistado por los romanos se aseguraba con la presencia de un ejército encargado
de sofocar hipotéticas revueltas de la población local. Acompañando a las
tropas, llegaban mercaderes, artesanos y prestamistas. Tampoco podía faltar un
numeroso grupo de funcionarios. A ellos les competía organizar la administración
de la nueva provincia. Y, por supuesto, eran imprescindibles los romanos venidos
a colonizar. Éstos disfrutaban de privilegios que Roma no les reconocía a los
naturales del país conquistado. Todos los recién llegados hablaban latín y éste
acabó imponiéndose en los intercambios comerciales o de otra índole entre
conquistadores y conquistados. Cuando apareció el Cristianismo, el latín jugó
un papel de primer orden en la difusión de la nueva religión.
EL LATÍN VULGAR
Para W. Meyer-Lübke, E. Bourciez, R.
Menéndez Pidal y otros autores, la diferencia más notable entre el latín
clásico y el vulgar se refleja en la oposición escrito/hablado. Para otros
lingüistas, el latín vulgar se opone tanto al latín clásico como a los aspectos
dialectales o jergales. Para estos autores, la diferencia fundamental entre el
latín vulgar y el clásico no se basa solamente en la oposición hablado/escrito,
sino también en las diferencias entre los niveles culturales de los hablantes:
el latín vulgar abarcaba la esfera familiar, la conversación corriente y era
hablado por las capas medias, mientras que el latín clásico se usaba en el
Senado, en la escuela, en la política, etc.
EL LATÍN CLÁSICO
Una de la consecuencias de la hegemonía
política y militar de Roma sobre el resto de ciudades del Lacio fue la de
convertir el habla de los romanos en lengua literaria, y como tal recibió una
doble influencia: por una parte, la de los documentos oficiales, el estilo de
los discursos del Senado y la práctica del derecho; por otra, la tradición
literaria oral, representada por los cánticos rituales, los epitafios y las
farsas populares. A todo ello habría que añadir la influencia helenizante: Livio
Andrónico, el primer poeta latino, era
de origen griego (nacido en Tarento, la Magna Grecia). La prosa latina tomó
auge con Cicerón, César, Salustio y Terencio, y la poesía con Catulo, Ovidio y
Horacio. A ellos el latín clásico les debe una labor de pulido de la lengua.
EL LATÍN ARCAICO
El latín arcaico estaba
fuertemente dialectalizado. En el Lacio existían diversas hablas: la de Roma y
sus alrededores; el falisco (característico de Faler, al norte) y el prenestino (hablado en Preneste, al este). En el dialecto falisco ai se había reducido a e (por ejemplo, pretod frente a praetor), y esta innovación hacia el siglo II a.C se incorporó al
latín romano (ai > ae > e). En prenestino au pasó a o larga (Plautia > Plotia); este fenómeno aparecerá también en el latín imperial (copo frente a caupo).
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